LA CÉLULA
El cuerpo humano se organiza a partir de las células. Cada una de ellas es una pequeña fábrica donde se producen sustancias nuevas que sustituyen las que son destruidas y se libera la energía que necesita el organismo para cumplir con sus funciones y realizar diferentes trabajos. Un ejemplo de trabajo celular se aprecia en los músculos, que se contraen o se relajan, produciendo el movimiento del cuerpo.
La célula es la porción más pequeña de materia que puede tener existencia propia. Un ser vivo puede estar formado por una sola célula o por millones de ellas.
Las células presentan diferentes tamaños. Una primera clasificación permite distinguir entre células microscópicas y macroscópicas. Las que pueden ser observadas a simple vista, como el huevo sin cascara del avestruz, son las células macroscópicas. Las microscópicas son las que se ven únicamente a través del microscopio.
Las células del cuerpo humano poseen diferentes formas y tamaños, de acuerdo con la función que cumplen. Por ejemplo, los GLOBULOS ROJOS, especializados en transportar oxigeno, tienen forma de disco y miden 7.5 m; las NEURONAS (células que transmiten los impulsos nerviosos) pueden medir 50 m y presentan ramificaciones y prolongaciones muy largas.